sábado, 23 de enero de 2010

LA MUERTE EN SOLEDAD

Me impresionan las noticias de personas mayores, personas de la tercera edad, el eufemismo que nos de la gana para referirnos a los viejos. Noticias de gentes a las que encuentran muertas en sus casas, después de uno, dos y hasta seis meses. Seres humanos que en sus últimos años de vida debieron vivir como murieron. Sin una llamada, sin una visita, sin un amigo, sin un gesto de amor.
Viejo… que despectiva se siente esta palabra al escribirla, más aún al decirla en voz alta. Políticamente incorrecta lleva en si todo el deterioro físico, todo el miedo que nos produce esa etapa de la vida. Sabemos que está ahí, a la vuelta de la esquina, pero como cobardes nos negamos a mirar de frente la verdad que llega a cada cual en su momento.
Viejo… abandonado, arrinconado, escondido. Viejos padres que mueren olvidados de todos. No importan, no producen, solo consumen sus escasos recursos hasta que un día se acaba todo.
Se esconde la muerte tras hospitales, en casas llenas de recuerdos que nadie visita. En pequeñas pensiones, de vida miserable. Una barra de pan, una caja de leche, un poco de fruta. Las gracias a la seguridad social por sus medicamentos gratuitos que nos permiten vivir más y más solos, perdidos. Con suerte vivienda en propiedad y si no alquiler de renta antigua, prácticamente solos en edificios que se desmoronan, más viejos que ellos mismos.
¿Qué nos pasa? Treinta y tres ancianos han sido hallados muertos en sus domicilios en lo que va de año, menos de un mes.
¿Qué dice eso de nosotros? De la sociedad en general, pero sobre todo de ti y de mi. ¿Seguiremos pasando a su lado sin mirarlos, sin dedicarles una sonrisa, unas palabras? ¿Continuaremos sin prestar atención a nuestro vecino, a nuestro tío, a nuestro padre?
Pienso, siento que esto es uno de los signos más escondidos de la barbarie de nuestra sociedad. Nuestra época, la de Internet y la comunicación será conocida como la del aislamiento, la soledad, el egoísmo, el miedo, la indiferencia… Y la viviremos nosotros también, hasta el final. Nuestro final.

Noticias:
Los Bomberos de la Generalitat han encontrado esta mañana en un piso de Cornellà de Llobregat los cadáveres de dos ancianos de unos 70 años que según las primeras investigaciones podrían llevar muertos un mes.

Los vecinos han avisado hacia las 10.10 horas de la mañana a los Bomberos y a los Servicios de Emergencias por el fuerte olor que salía del piso situado en el número 6 de la calle Sant Ildefons de la ciudad barcelonesa.

Tras pedir el correspondiente permiso a los Mossos d'Esquadra, los artificieros han entrado en el piso donde han encontrado los dos cadáveres del matrimonio de avanzada edad que allí vivían.

Primeras hipótesis

A la espera de que las autopsias revelen las causas exactas de las muertes, los investigadores trabajan en la hipótesis de que uno de los miembros falleció por causas naturales y posteriormente el otro que al parecer era dependiente y necesitaba de los cuidados de su pareja para sobrevivir.

Uno de los cadáveres se ha encontrado sentado mientras que el otro estaba estirado en el suelo.

Según han explicado los vecinos del edificio de 14 plantas donde vivían los dos ancianos, la pareja estaba casada en segundas nupcias y, al menos uno de sus miembros tenía hijos de una relación anterior, aunque no mantenían una relación muy contínua.
http://www.20minutos.es/noticia/228419/0/muertos/ancianos/cornella/

9 comentarios:

  1. Hola May, me he pasado por tu blog, y debo de reconocer que me ha impactado tu escrito sobre las personas mayores, y no es que seamos ajeno a lo que pasa, es que me lo has puesto delante de los ojos, y no me has dejado que vuelva la cara y de pronto mi pensamiento se ha volcado hacia mi madre, ¿quién no tiene un mayor a su alrededor?.
    Me ha gustado la manera en que lo has escrito, la sensibilidad y el cariño que has volcado en ello. No dejes de escribir. Un beso.

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  2. Coincido con Carmela. Excelente forma de rasgar para mostrar. Acompañas la noticia como una nota a pie y provoca que la reflexión sea doblemente impactante. Me quedo con tu estilo, no lo dejes, lo necesitamos frente a tanta literatura de usar y tirar. Sé tú misma.
    La imagen: la que describe como hallaron ambos cuerpos; uno sentado, otro estirado en el suelo. Da que pensar, ¿no crees?
    Bss.
    G

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  3. triste pero cierto amiga que se puede esperar de una sociedad cada vez mas banal y carente de valores.

    saludos

    www.parabolasdeahora.blogspot.com

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  4. Bueno, todos tenemos mayores a nuestro alrededor. En realidad, nuestra sociedad tiende a ello. A que este formada mayoritariamente por "gente de la tercera edad" o de la cuarta o de la quinta.
    Si tratamos a alguno de ellos, estoy segura de que a veces nos sentiremos exasperados por sus miedos, que consideramos pueriles, por sus egoismos, por sus intentos de retenernos cuando nuestra mente ya está deseando volar hacia otros lugares. Pocas veces nos paramos a mirar de verdad esos ojos solitarios.
    Cada vez hay más gente mayor que vive sola, que teme acabar sus días en una residencia. Ingresados voluntaria o involuntariamente cuando dejen de valerse. Más gente que mira con horror una fractura de cadera, el juego de los niños, que puede tirarlos al suelo, que prevee en ese perro que juega y pasa corriendo a su lado, toda una serie de peligros.
    Yo recuerdo la muerte de mi abuela, que vivía en casa de mi tía, rodeada de sus hijos. Recuerdo que yo era casi una niña, y la encargada, en los últimos tiempos, de ir los sábados por la mañana a hacerle compañía, mientras mi tía trabajaba. La recuerdo cada vez más confusa, perdiéndose en el tiempo. Con dudas.

    Mi abuela era de las que rezaban el Yo, pecador, dandose golpes en el pecho, la que nos hacía rezar por todos y cada uno de los miembros de la familia y los que no, antes de dormir. Y sin embargo, un par de semanas antes de morir me preguntó: Nena ¿Tu crees que de verdad existe Dios? ¿Qué habrá algo después? Y a mí, que estaba en pleno proceso de descreimiento, me pareció aquella pregunta tan injusta y tan triste.
    De estas noticias me impacta no ya la muerte en soledad, que puede alcanzarnos a cualquiera, lo peor es el tiempo que tardan en hallar el cadaver. ¿Cómo alguien después de haber vivido toda una vida, puede estar tan solo en el mundo para que nadie se de cuenta de su ausencia?

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  5. Sí, Gines, da para pensar y bueno, hasta para una historia. Nos vemos.

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  6. Hola May, por desgracia mi suegro se encuentra ingresado en una residencia, demencia senil con brotes psicóticos, algo dificil de controlar en casa y más si su esposa tiene limitada su capacidad física. Es aquí, en la residencia, dónde me dí de bruces con una realidad que conocía de lejos pero que de cerca es una realidad cruel,sonora e insoportable en todos los sentidos. Mi suegra pasa allí unas horas todos los dias, está junto a su marido y de paso hace compañía a los mayores de la misma sala. Esa realidad no es una cuenta de explotación como lo son nuestras vidas,sólo pide alimentarse de un poco de cariño, de una sonrisa, de unas cuantas palabras..., detrás de cada señor o señora de la residencia hay una vida como las nuestras!!! y con su mirada te recuerdan que quizás nosotros no estamos exentos de ese futuro. Agradezco tu texto.

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  7. No sé si sea aconsejable leer este texto luego de hablar con mi madre, que me cuenta cómo está mi padre, y (entre otras cosas) me dice que aquellos que están a una, dos, tres horas de viaje (aquellos, mi familia que vive en Argentina, claro) no van, no llaman... no están (tanto como yo quisiera)
    Siempre que veo gente mayor en el supermercado lidiando con la bolsa que no pueden abrir, con la moneda que no logran pescar, ellos con su olor a viejos que no tienen quien los acompañe, (evidentemente no los acompañan, lo que no significa que no tengan quien).. ellos, que salen con el peso inclinándolos un poco más, hacia su casa, con el perro a veces, con el andador, la muleta.... ellos. que podrían ser mis, tus, los padres de.....
    Ciertamente, no es posible hacer de cuenta que no sabemos, tu texto lo trae aqui y nos pregunta: ¿y vos....?
    Yo lamento estar lejos.
    Besos.
    Adri

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  8. Hola, corazón. Sé de tu padre y sé cuando la lejanía hace sufrir. Sé del consuelo de estar presente hasta el final, dando la mano, cuando no se puede hacer otra cosa, acompañando el final. También sé de esa llamada al amanecer que anuncia que todo terminó en la soledad de una sala de cuidados intensivos.
    Tú estás. En su mente y en su corazón. Él está en la tuya. Siempre lo estás. Tú lo sabes, tienes corazón de madre.
    Sí, yo también los veo. Veo a los ancianos dar los últimos pasos por la vida. Egoistas algunas veces. La vejez puede conducir a ello. Y a eso puede deberse aquello de que vuelven a la infancia. Se vuelve a ser el centro de tu propio mundo, de una manera más descarada, más descarnada. Probablemente tengan quien les pueda acompañar y no lo hagan. Puede que no lo tengan. Pero allí estamos en cierta manera tú, yo, el otro. Cualquiera de nosotros. Con una sonrisa amable, con dejarles pasar en la cola, con el mínimo gesto de ofrecer una ayuda que solo nos costará una pequeña parte de nuestro tiempo.
    Un abrazo. ¿Cuándo nos vemos?

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  9. Pronto, que sea pronto, siento que algo está despertando y necesito sentirlo en el abrazo. AMIGA MIA. Cuídate en tanto, vale?

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