Una nueva palabra leída en Palabras interesantes. Inexorable. Hay palabras que llegan, te acarician. Otras te dejan indiferente y alguna te golpea justo donde más duele.
Esta en particular es de las últimas. Los amables autores de esta página, hablan de la intensidad de esta palabra, lo es o al menos para mí. De sus dos significados: Aquello que no se puede evitar como primera acepción y que no se deja vencer por los ruegos, como segunda.
¿Cuántas veces una decisión inexorable de otros o propia ha cambiado nuestra vida? ¿Cuántas veces hay que armarse el corazón, endurecerlo, impermeabilizarlo para mantener su inexorabilidad ante las lágrimas y el dolor del otro? Yo lo hice una vez. Y aunque nadie piense nunca en el sufrimiento del que rompe un entramado de vida hecho de vivencias, recuerdos, pasiones olvidadas, deberes, mezquindades y alegrías, existe. Vaya que si existe. Te conviertes ante tus propios ojos en alguien que nunca pensaste que serías: Cruel y culpable. Aunque todo tu cuerpo, toda tu mente este gritando que no puede más, la culpabilidad se lleva el primer premio. ¿Cómo ver llorar a alguien y que no se te rompa el corazón? Aunque des la espalda, aunque salgas por la puerta, aunque te lleves tus propias lágrimas a un lugar donde no sean vistas.
¿Y cuándo renuncias a algo que deseas con todas tus fuerzas? ¿Cuándo aún lo querías más de lo que nunca soñaste? Cuando el miedo supera la pasión y el conocimiento antiguo que reside en lo más profundo de nosotros se alza e inexorablemente te dicta el único camino posible para la supervivencia de tu cordura aunque tengas que abandonar trozos de ti, de tu piel, de tu alma para poder seguir siendo tú. Sin tener la posibilidad de volver la vista atrás, dejando como Lot que una parte de ti se convierta en sal.