lunes, 5 de abril de 2010

CONFUSIÓN

―Me ha dejado. Me duele el hígado.
―¿Cómo? Será el corazón.
―¡Qué no, joder! Es lo que te digo, me duele el hígado, el corazón ni lo noto.
―Ya, pero es lo que se suele decir cuando te dejan: Se te rompe el corazón y eso, amigo, es lo que ha de doler.
―Coño, eso es una frase hecha, tan hecha como esta: Se ha ido y me ha sacado hasta los higadillos.
La mirada del amigo recorrió la sala. El espacio de la tele, sin tele. El mueble del equipo de música, vacío. Las estanterías llenas solo de polvo. Y ellos de pie en el sitio donde hasta ayer vivía un carísimo, modernísimo sofá rojo pasión.
―Entiendo.

4 comentarios:

  1. Esta mañana intenté poner un comentario y no pude.... te decía que a veces las cosas cobran el sentido del espacio cuando se produce el vacío. Eso me reveló tu mr. Un abrazo. Nos estamos viendo.Adri

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  2. Pues ya ves... estaba el comentario! Adri

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  3. Jajaja, sí, lo estaba. No sé si algo cobra sentido, Adri. A veces todo parece no tenerlo. O tener un sentido arbitrario.

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  4. A mí me parece un pequeño gran texto, algo así como una lección que nos muestra que en pocas palabras puede resumirse la vida de alguien; su presente, su pasado, sus sentimientos y las consecuencias de sus acciones. En este caso, el del adiós, el de la pérdida, ha de doler el corazón, el hígado y hasta las cejas, digamos que el dolor es un todo. Tu caso, el hígado, que es cierto, la metáfora del corazón es eso, metáfora.

    Lo había comentado en el foro. No recuerdo que dije en su momento. Hoy, me parece genial. Será que conozco un poco más la geografía de tu historia.

    Besos, amiga.

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