sábado, 3 de julio de 2010

De fútbol y otras cosas

Hace ya calor a estas horas de la mañana. Sábado, tres de julio. Parece ser que hoy se juega un partido ¿importante? No tengo idea, tengo que reconocer que lo único que sé de este mundial es esos anuncios del niño recibiendo como la fuerza vital de los animales africanos. Tampoco siento necesidad de saber más. Excepto tal vez, como fenómeno sociológico y no estoy por la labor de investigar el tema.
Sé que hay futboleros de vocación. Siguen cada uno de los partidos que echen en cualquier cadena de televisión y casi a cualquier hora en la que esten en casa y sé que los hay solo de ocasión. El que solo ve el mundial o los partidos de su equipo o competiciones importantes ¿Cómo sé estas cosas? Podría ser por observación. Si lo pienso bien comozco por lo menos a uno de cada especie, lo más probable es que a más. Pero no, no es por eso. Este conocimiento, puesto así, en palabras se lo debo a un conductor de los autobuses amarillos que hacen la linea de Alboraya. Tuvo a bien explicármelo un día de la semana pasada cuando yo volvía del curso de enfermedades físicas.
Es mucho más interesante que una simple pregunta desencadenará semejante explicación. Esta claro que en un autobus de la EMT, esta no se hubiera producido. Pero vamos, me enteré de que lo que al conductor de verdad le gustaba eran los toros (ave maría purísima, dios nos coja confesados) que no se perdía ninguna retransmisión de corridas en la tele (sí, lo reconozco, tuve que mirar por la ventanilla hasta controlar mis músculos faciales y no mostrar una sonrisa sicalíptica, íbamos solos en el bus y no era plan de pensar en corridas de otro tipo) y asistía siempre que podía a la plaza de toros. Pero según él, no, no le gustaba el fútbol. No se perdía un partido de baloncesto, ni una corrida, ni una carrera de coches. Pero no le gustaba el fútbol. Me voy por las ramas. La pregunta-comentario fue: Qué poca gente hay por las calles, se nota que hoy juega España ¿No?. Suficiente para una conversación de un cuarto de hora, que es lo que dura el trayecto.

Coño, no sé de dónde ha salido esta exposición, pero seguro que yo venía a hablar de otra cosa.

5 comentarios:

  1. es que los conductores del bus o los taxistas, están deseando hablar.
    yo te aseguro que conoces a uno que no se pierde un partido (de lo que sea) y que ya está nervioso por el de esta tarde.
    un besazo preciosa

    ResponderEliminar
  2. Tienes toda la razón. Últimamente tengo experiencias extrañas con taxistas. Ya las contaré. Estoy por iniciar una nueva categoría: El mundo que me pasa.
    Y tan encantada de conocerle que estoy, Mai. Recuerdos de disfraces en rojo y whiskitos nocturnos. Un abrazo fuerte para él y para ti. En la distancia y hablando poquito... os quiero un montón, niña.

    ResponderEliminar
  3. nosotros a tí también mami!!!
    estamos deseando poder ir a verte o que vengas otro fin de semana para compartir más risas

    ResponderEliminar
  4. Leo con caprichosa ternura tu affaire autobusero. Coincido, son seres aislados, taxistas, conductores, de verbo callado hasta la incontinencia verbal cuando un alma cándida se acomoda a su relato.
    Futbol, opio del pueblo solazado entre siestas, crisis y corridas. Toros y amantes de la fiesta de la sangre. ¿Conoces el toro de la vega de Tordesillas (Salamanca)? Me gusta el futbol más que los toros, las c...., más que los toros, pero como a ti, me saca una sonrisa suicida topar con un español profundo, que siente esa pasión por un divertimento de masas. ¿Te imaginas a 40 millones de españolitos fans de Kafka o Baudelaire?
    España cañí. Bravas con cerveza en la terracita de un bar, menos circo y más tinto de verano.
    G

    ResponderEliminar
  5. Me los imagino más bien comentando eso de: ¡Qué asco, si es un bicho! Sin pararse a pensar en la metáfora que encierra Gregorio Samsa (coño, has conseguido que me aprenda el nombre del prota, tiene su mérito, no creas)Yo a veces me siento tan bicho como Gregorio y no voy a pararme a pensar si es una cucharacha o no (siempre imaginé que lo era, esto puede llegar a categoría de discusión eclesiástica tipo el sexo de los ángeles, que vaya putada si resulta que no tienen y sí una eternidad por delante). Tampoco los imagino fans de las flores del mal. Aunque quién sabe.
    De todas formas ya te digo yo que prefiero las corridas (esas c...) a los toros y al fútbol y si me apuras... no, no lo digo. No estoy tan sicalíptica esta mañana.
    Hala, hasta la próxima cervecita con bravas.

    ResponderEliminar