domingo, 2 de agosto de 2009

Soledad

Escrito hace unos meses en el taller de escritura creativa.
Ejercicio sobre el espacio.


Magdalena estaba apoyada contra la ventana de la espaciosa habitación del hotel. Contemplaba la calle, qué cuatro pisos más abajo estaba llena de esa vida y luz, que a ella le faltaba. Daba la espalda a la puerta, los sofás, la cama. Elegantes funcionales incluso bellos objetos que no tenían vida aún. Hasta que él no llegara. Había dejado encendida una lámpara que reposaba sobre una de las mesillas al lado de esa cama, que los esperaba a ambos para hacerlos reales. Sus ojos vigilaban la entrada al Hotel y de vez en cuando se perdían en la gente que pasaba, algunos solos, apresurados, otros se sentaban en las terrazas de los cafés, parejas jóvenes caminaban abrazados, tomados de la mano, hablaban, reían, se besaban…Se fijó en una determinada: ella tendría su edad y avanzaban pegados hombro con hombro, en algunos momentos, él enfatizaba lo que estuviera diciéndole tomándole del brazo, y ella giraba la cara hacia él y le hacia algún comentario. Magdalena se abrazó así misma, con los puños apretados, esforzándose en mirarlos hasta que se perdieron al final de la calle.

La luz de la tarde iba muriendo. El anochecer bajaba por los edificios del otro lado de la calle. En la habitación las sombras crecían en las paredes y la lámpara iba cobrando protagonismo aún a sus espaldas, envolviéndolo todo en su luz fría y sucia. Y ella seguía aguardando la llegada de él para alejar las sombras de su cuerpo.

3 comentarios:

  1. ¿Crees que para ser escritora necesitas una capacidad inherente de observación?, sólo así se explica lo que ve Magdalena y sólo así me explico como tu puedes describir los detalles. Recuerdo un reportaje de TV que le hicieron a Lennon (una especie de 24 horas en el hogar de J. Lennon),durante el reportaje un fan tuvo la suerte de colarse en su casa y John le invitó a desayunar, el fan estaba emocionadísimo como es lógico, pero no ya por el hecho de compartir mantel con el músico, sino porque consideraba a Lennon como protagonista de todas las letras escritas por el autor, John intentó explicarle que no, que las letras que él escribía definían situaciones, personas o emociones que en la mayoría de los casos no tenían que ver con su persona, esta respuesta hundió emocionalmente al fan ya que creía conocer a Lennon por sus letras con las que el ansiado seguidor sí se identificaba. Y esta historieta te la cuento para conocer tu respuesta respecto al contenido de tus textos, se basan en experiencias, observaciones o simplemente imaginación.....

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  2. Buno, no me voy a identificar con John Lennon, pero la pura verdad es que es una mezcla de todo. Tan mezclada que yo creo que ni el mismo autor sabe de donde salen. Hay una parte vivida, una imaginada, otra observada, otra creada. A veces tienes claro de donde te viene la idea, pero otras, simplemente está ahí, esperándote como si estuviera en alguna parte y tú, simplemente tuvieras que alargar la mano y cogerla para hacerla visible.

    Y sí, creo que un escritor es observador. Pero no un registrador, por lo menos en mi caso. Puedo ser muy despistada hasta que algo me llama la atención o despierta mi curiosidad. Entonces observo con intensidad, por lo que parece. Más de una vez me han dado un codazo para advertirme que no mirara tan fijamente, pero sencillamente yo no me doy cuenta que lo estoy haciendo.

    En este caso, en este pequeño ejercicio pensado y ejecutado en veinte minutos (el tiempo que nos daban en el taller) yo trataba de reflejar en lo que le rodea y lo que ve la soledad en la que vive y como la vive.
    Ahora que he observado cientos de veces una calle así... pues claro, como todos. En este caso es echar mano a la memoria, usarla para tratar de dar forma a lo que quiero decir.
    Jo, no sé si te he aclarado algo, pero vaya... yo lo he intentado.

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  3. "Hay una parte vivida,una imaginada, otra observada, otra creada", y yo añadiría después de leer tu último comentario "y otra memorizada", porque aunque la memoria parezca que se codea más con el cerebro que con el corazón, acabas de demostrarme que es un instrumento vital para poder expresar humanidad, ya sea de la buena o de la mala, además considero esta apreciaciación muy, muy interesante. Enrabuena por tus sencillas y cortas "master class". De un lector prolífico.

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