sábado, 26 de septiembre de 2009

EL FIN.

Valencia, 14 de abril de 2093

Víctor Barceló Mora
Director unidad de Tocología
Hospital General Universitario




Querido Victor:

No puedo ni debo suavizar la respuesta a la pregunta que me planteaste. Cierto. Desde hace tres meses se constata que no nacen niños. Los sondeos se llevaron a cabo con el secretísmo que merece esta situación.
Sé Víctor que, como médico tocólogo, sabía que algo raro sucedía, mucho antes de decidir ponerte en contacto conmigo.

Las cartas que tanto tú, como colegas tuyos de todo el mundo enviaron hace unos meses, comunicándonos la escasa tasa de natalidad, alertaron al centro mundial de planificación y creación de la familia humana.

Y aunque en un principio no le dimos demasiada importancia, el problema se agudiza conforme pasa el tiempo.

Aún así este terrible asunto no crearía un conflicto insoluble por la existencia de grandes reservas en los bancos de esperma y óvulos, que tú mencionas en tu carta, como posible solución momentánea a este tema.

Más lo que parece que afecté a la reproducción humana por vía natural, también actúa sobre estas reservas.
Se realizan en este momento cientos de análisis en los bancos de esperma y óvulos, así como en los centros de reproducción asistida. Los nulos resultados en cuanto a fertilidad de estos, desconciertan y asustan a los investigadores.

El otro problema que planteas, el de los embarazos en curso, acontece que todos ellos se han detenido en el plazo de estos tres meses, por ahora, no recibimos informes de que ninguno de ellos prosperé, pero se sigue recogiendo datos en todo el mundo, incluso en los lugares más apartados.

Los más importantes miembros de la comunidad científica en todas sus ramas, las agencias de inteligencia militar y civil de todo el mundo concentran sus privilegiadas mentes en investigar las posibles causas de este catastrófico suceso.

Todas las líneas abiertas de trabajo, contaminación, la capa de ozono, posibles radiaciones espaciales, cambios en las emisiones solares, entre otras, no ofrecen resultado alguno.

En cuanto a informar a la población en general, como sugieres, no se contempla como factible en este momento. A pesar de que un amplío sector de la sociedad, médicos, enfermeras, empleados de salud pública y de la seguridad mundial, conocen en todo o en parte la grave adversidad a la que nos enfrentamos, son personas conscientes del pánico que tal noticia podría generar. Creemos conveniente para evitar mayores desgracias, ocultarlo hasta que podamos dar a conocer también un resultado alentador.

Querido amigo, lamento comunicarte que si no ocurre un cambio positivo en las investigaciones, los cálculos aproximados para la desaparición total de la especie humana, se estima entre ochenta y cien años. Mucho antes de esta fecha, los cambios de la media de edad en la población crearan unas dificultades imprevisibles.

Roguemos a Dios, estimado Víctor, por la salvación de la humanidad.

May

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