miércoles, 30 de enero de 2013

Breve historia: El juego


El juego, eso era lo importante. Mirarle sobre el hombro, sonreír, agitar el pelo, sujetar la melena con las dos manos, llevarla hacia delante recogida sobre un lado, suspirar, hacer brillar los labios humedeciéndolos con la lengua, esconder los ojos, fijarlos en él… El Juego, así en mayúsculas lo llamaba ella. Lo jugaba siempre, con cualquier hombre que se cruzara en su camino. Un segundo, unos minutos, horas… dependía de la ocasión y el momento. Adoraba ver como los ojos vidriosos de los hombres cambiaban a interesados, como la máscara de la indiferencia caía y como volvían a mirarla una y otra vez. No era guapa, ni impactante. Su cuerpo menudo, la piel descolorida que no clara, la hacían pasar inadvertida ante una primera mirada y por eso había aprendido a jugar. Le fascinaba. No era tonta y sabía que lo que ellos detectaban o creían detectar era el sexo fácil implícito en sus gestos. Eso no importaba. Era… un reclamo publicitario. Más tarde su sonrisa se imponía, sus manos gráciles moviéndose en el aire dibujando palabras y hasta colores. La movilidad de sus labios, el aleteo de su nariz alzándose en el aire lograban intrigar al incauto oponente.
Este solía vacilar entre la primera impresión que abultaba su bragueta y el lento reconocimiento de ese algo más que reconocía en ella. ¿Era un polvo fácil o era algo más?
Ella sonreía para sí antes de forzar el juego una vuelta más. Inclinaba el cuerpo dejando que el escote tentador dejara sin habla al jugador que no sabía que jugaba, mostrando un poco más de piel de lo debido. Permitiendo que inhalara el perfume un poco más intenso de lo decente, antes de volverse a incorporar y mirarlo directo a los ojos, sin coqueterías forzadas ni miradas envolventes. Francos y transparentes ojos castaños.

Solo se llevaba a un jugador a casa, a ella misma. Por las noches, algunas noches, cuando apagaba la luz, se abrazaba fuerte.  El juego, nunca, pudo engañar a la soledad. 

2 comentarios:

  1. Una manera facilona y futil de elevar la autoestima? Al final, siempre lo que queda es el "yo" y sin honestidad para con uno mismo, sólo queda la vanidad , hermana de vano, aunque siendo mudo testigo simplemente digo... "cada cual se crea su propia película.

    Mi pequeña May...

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  2. Fácil no sé, pero si le es útil... O llevar al extremo un juego social. Yo creo que si le preguntas al personaje te dirá que lo hace porque le divierte, aunque se mueva por sus carencias.

    Uff, estoy aún medio dormida este sábado.
    Un beso

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