domingo, 6 de enero de 2013

Reyes

Hoy ha sido un buen día. De los felices. Familiar, divertido, movido y a la vez pacífico. Los regalos no han sido excesivos, sencillamente ahora eso es casi imposible, aunque estoy segura de que se ha hecho todo lo que se ha podido e incluso un poco más. Pero se ha acertado como pocas veces. Regalos cuidados que han requerido y lo sé, ciertas investigaciones previas. Somos muchos y ya hace algún tiempo que hemos recurrido al amigo invisible para poder llegar a todo el mundo. A los adultos, por supuesto. Los niños, como siempre han tenido sus regalos de cada casa.

El pequeñajo, Carlos, estaba asombrado y de forma irremediable, voraz. Han volado entre sus manos enanas papeles y cintas. Ha sonreído incansable ante cada uno y se ha fotografiado con cada delegado de los Reyes que le iba ofreciendo su especial oro, incienso y mirra en forma de coche, moto, tren, el avión de Mikey Mouse y algunas cosas más.

Entre geles aromáticos, bufandas, chaquetas, jerséis, pantalones, fundas de tablets, planchas del pelo, carteras, bolsos hemos dado la espalda a la crisis. No ha asomado ni la patita, cuando uno a uno y por orden decreciente de edad cada uno de los hermanos propios y añadidos hemos hecho el ritual de la apertura. Ni quejas, ni malas caras, ni interpretaciones erróneas de nada, como algún año de mayor gasto sucedió.

Después, comida en petit comite, porque algunos han marchado a otros nidos. Tarde de trivial y tabú, tarde de risas y café.

Es curioso, creo que es el primer año que no hay ni un roce, ni una palabra mal interpretada, ni un exceso por la bebida, ni... esas cosas que suelen suceder cuando la familia extensa se reune. Me he sentido bien, cómoda, relajada, cálida. En cierta forma consentida, querida solo por ser yo. Si miro atrás recuerdo tantas navidades que me he sentido... extraña, lejana, diferente como si viviera en un mundo aparte hecho de agua en el que todo aparecía distorsionado. Puedo o creo poder reconocer que estos últimos años he aprendido a la fuerza a suavizar mi exceso de sensibilidad, amor propio, orgullo, no me he aferrado a mi infelicidad, ni a las viejas heridas. He perdonado y me he perdonado.
No quiero volver, ni casi pensar en algunos aspectos dolorosos que he vivido en los últimos años. En decisiones viscerales, sentidas tan dentro que era imposible ni siquiera razonar, solo actuar. En los miedos intensos y en los golpes bajos, en los que casi cada día era una lucha constante. Una guerrilla de emboscadas inesperadas. Relativizo y vivo el presente.
Me quedaré con todas las experiencias nuevas que he tenido, con todo lo que he aprendido, con como se ha abierto mi vida. Con el amor de los que quiero.

Dejo para el final por importante e inesperado, porque me ha hecho tanta ilusión un regalo especial que me han hecho hoy. Me ha hecho feliz y me hace mucha ilusión. Un viaje que llegará en marzo. Gracias por mostrarme tantas cosas.

2 comentarios:

  1. Si bien suelo "hacer míos" tus pequeños relatos -con las consabidas matizaciones personales- , hoy en especial quiero remarcar algo... "He perdonado y me he perdonado...", porque cuando uno se perdona es haber llegado a la conclusión de que es "humano" y por tanto puede perdonar porque los demás también lo son. Si despojamos de todo misticismo frases de Jesús de Nazareth, vemos que la sabiduría de lo sencillo está ahí desde siempre... "Perdonad y sereis perdonados".

    Un abrazo y que sigas evolucionando así de bien Mi Pequeña May.

    Gaby

    Ps: Es que no he abierto la cuenta, de ahí lo de "Anónimo"

    ResponderEliminar
  2. Supongo que ese es el camino. Relativizar y vivir la vida como se presenta, ya que de nada sirve pensar en lo que hemos pasado, si bien nos marca y nos hace ser como somos. No queremos prestarle demasiada atención, puesto que ya no lo merece, pero el cabrón si que se ha dedicado a hacernos como somos.. pues si, así es el pasado. Sirve para lo que sirve y nada más.

    Me alegro de que hayas podido disfrutar de unos reyes tan familiares y agradables. Si te sientes a gusto contigo misma está claro que disfrutas de cada situación mucho más relajada. Bien por tí.

    Besos y feliz viaje a donde quiera que vayas...

    ResponderEliminar