sábado, 26 de enero de 2013

Ludibrio



Ludibrio, esta palabrita que aparece en Palabras Interesantes, La llave del mundo, un blog que tengo ahí al lado y que sigo habitualmente (de hecho, lo recomiendo con entusiasmo), significa y copio literalmente: es la burla maliciosa, hecha a alguien con insulto y desprecio, el escarnio pertinaz, la acción y las palabras puestas al servicio del maldiciente en perjuicio de alguien.

¿No os parece que viene muy bien en esta época que nos ha tocado vivir? Paro, desahucios, inseguridad, subidas de impuestos hasta ahogarnos, perdida de derechos, malestar social, la sanidad en peligro, la educación cuestionada, la constante amenaza hacia las pensiones de jubilación... la petición casi obscena de nuestros dirigentes (da igual que sean los de aquí o los de más allá) de más sacrificios, de unión, de salir todos a una, la insistencia de la desconfianza que da las huelgas, las protestas, el que la gente salga a la calle a ese fabuloso y mítico animal que llaman "el mercado", esos seis millones de personas sin trabajo a las que tratan de conformar con esa prorroga miserable de cuatrocientos euros que no alcanzan ni siendo la persona más austera del mundo para pagar luz, agua, gas, hipoteca, alquiler, comida, impuestos...  cuando lo que quieren es trabajar y no recibir esa mierda de caridad que además se les da culpabilizándolos de haber vivido por encima de sus posibilidades, por no hablar de los que están en activo, que ya no sienten su trabajo como un deber y un derecho si no más bien como un barco anclado en arenas movedizas, en el que no se pueden mover mucho, vaya a ser que se vaya a pique...

Y junto a todo esto, los rescates a los bancos y no a las gentes, corrupción, corruptelas, picaresca, artículos a tres mil euros, hermosas y robustas cuentas en suiza, consortes Em... palma... dos, aeropuertos sin aviones, obras que no son amores si no sacos perdidos de pasta en bolsillos des-conocidos... todo aquello que sabemos y lo que no sabemos, que digo yo que esto es como lo que nos enseñaban en el cole de los Iceberg... Puro y duro Ludibrio a ti, a mí, al vecino, a tu padre y con recochineo ya, a tu abuelo. Ese de las manos llenas de callos que contemplaba con orgullo como sus nietos se hacían universitarios, para ahora ver que se pudren en casa o salen disparados hacia la órbita de países extraños que quizá les den de comer. 

Y eso por no entrar en los nuevos profetas apocalípticos que empiezan a darme una grima que "pa'qué": los economistas. ¿Pues no vi y escuché a uno de ellos en un programa de televisión hace dos días llamar sinvergüenza a un agricultor que le invitaba a trabajar un día en el campo para ver si en algunos trabajos la gente se puede jubilar a los setenta años?

Y ya, que es sábado y hace sol.

1 comentario:

  1. Barra libre de "ludibrio" para todo el mundo... aunque sea por el derecho al pataleo.

    Mi pequeña May...

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