domingo, 1 de febrero de 2009

Sentimientos

Se terminó el taller y casi no he traído cosas aquí de él. Aún así me siento agradecida por todo lo que he aprendido, no sólo en cuanto a técnicas, trucos de escritor y estilo, también en cuanto a sentimientos. Ha sido una época muy dura en mi vida personal. No sé como habría ido este taller si hubiera mantenido las expectativas con las que me matriculé en él. La ilusión, las ganas y los miedos. En vez de eso, se transformó en una tabla de salvación, en un lugar sereno y calmo en medio de la tormenta. Y por eso, además estoy agradecida.

Una de las cosas que no imaginé es que hubiera que leer en alta voz y a todos nuestros compañeros: Eli, Cata, Saúl, José Luis, Manolo, Alberto y nuestra guía
Aurora los ejercicios del taller. Yo soy tímida, muy tímida y además tengo una especie de pudor nacido de mi propia inseguridad para mostrar lo que escribo y el eterno temor de no estar a la “altura” de lo que se requiere de mí o de lo que me exijo a mi misma. Pero me obligó a asumir que yo escribo, bien o mal. Gustando o no, equivocándome o no. Me ha servido para desatar algunos nudos y aflojar otros. Yo escribo. Gracias Aurora. Y gracias compañeros de aventura.

Sólo hay una persona en el mundo que pueda entender lo que he sentido estos meses Nos hemos ido a los dos extremos tú y yo, ¿No es cierto? A pesar de todo formas parte de mí.

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